miércoles, 22 de octubre de 2014

Apoya con un click: The Hunger Project

Yo no crecí siendo un chavo particularmente fuerte, decidido, ni seguro. Tenía algo de hambre y una habilidad que se defendía sola (incluso cuando yo no tenía el valor de defenderla). No busqué ser cantante en realidad, supongo que la oportunidad se presentó y, hasta los 22 años, mi experiencia de vida eran “las cosas que me sucedían”. Creo que la mayoría de las personas crecemos así. Nacemos en un lugar, en un entorno, con un tipo de familia que tiene sus propias costumbres y eso define lo que somos y lo que hacemos.


" El internet ha abierto ventanas increíbles para impactar el mundo de manera positiva con un par de clicks"
JESÚS NAVARRO
Músico
Un día entendí que tenía la capacidad de manifestarme si tenía un plan claro y trabajaba mucho para lograrlo. Suena lógico, pero no todos sabemos que tenemos el instinto de poder hacer grandes cosas y empujar nuestra vida a donde queramos, sólo por el hecho de estar sanos y tener consciencia. Darme cuenta de esto cambió mi vida. Mi manera de vivir. Es definitivamente el veinte más importante que me ha caído en estos 28 años.

Por esto es que me identifiqué tanto con el mensaje de The Hunger Project. Se trata de erradicar el hambre, al estudiar y entender el problema de fondo. No es entregar costales de arroz a la gente necesitada, sino hacerles ver que ellos mismos pueden mejorar su calidad de vida. Diseñar un plan en conjunto de desarrollo para sus comunidades. Empoderarlos. Es un trabajo interesantísimo, pues aunque tome varios años, los resultados son permanentes. Creo firmemente que si ésta fuera la estrategia con la que enfrentáramos el problema del hambre, y la pobreza como sociedad, podríamos erradicarla en una generación. Eso pensamos en THP.

Muchas veces sentí que no era lo suficientemente importante como para poder ayudar “mucho”, y terminaba por no hacer nada, pero me di cuenta que lo importante es que lo que puedas hacer, es suficiente.

Hay gente que tiene mucho tiempo para dedicar a alguna organización, o que tiene mucho dinero, o muchas ideas, o energía. Yo, lo que tengo, son muchas ganas y, por la naturaleza de mi profesión, una situación de notoriedad que me permite compartir lo que veo en las comunidades cuando viajo, e impactar así a miles de personas a través de mis redes sociales.

Ayudar a alguien en una situación difícil es una de las sensaciones más bonitas que hay. Desafortunadamente estamos tan enrollados en nuestras vidas que de pronto, pasa el tiempo y no lo hacemos, a menos que sea “fácil”. Pero esto no debería de impedirnos hacerlo, el internet ha abierto ventanas increíbles para impactar el mundo de manera positiva con un par de clicks. Reitero que no se trata de cambiar el mundo solo. No todos nacimos revolucionarios. Yo hago lo que puedo y es de las cosas más gratificantes de mi vida.

Te invito a que visites thp.org.mx y conozcas un poco más de lo que hacemos, y cómo puedes ayudar.

fuente:vogue.mx

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